¿CUÁNDO DEBEMOS CONTAR CON EL ASESORAMIENTO DE ABOGADOS DE FAMILIA EN BURGOS?
El asesoramiento de abogados de familia no solo es necesario cuando la relación matrimonial se ha roto y va a tramitarse el divorcio, sino que es importante contar con la misma incluso antes de celebrar el matrimonio, ya que pueden surgir muchos imprevistos cuyas consecuencias sin un correcto asesoramiento pueden ser nefastas.
¿Por qué asesorarse antes de la celebración del matrimonio?
Los principales motivos por los que una pareja ha de recibir asesoramiento jurídico antes de contraer matrimonio son dos:
- En primer lugar, realizar un estudio sobre la situación de cada miembro de la pareja para evitar que puedan surgir situaciones indeseadas durante el matrimonio
- En segundo lugar, recibir un asesoramiento para que en el desafortunado caso de que la relación se deteriore, el divorcio se tramite de la forma menos conflictiva posible.
En cuanto al asesoramiento respecto a la situación de cada miembro de la pareja, el mismo resulta importante, ya que en función de la situación económica de la pareja, puede ser más beneficioso contraer matrimonio en régimen de separación de bienes o en gananciales.
Así por ejemplo, si uno de los futuros cónyuges tiene muchas deudas que no puede afrontar, y el otro cónyuge no quiere o no puede hacerse cargo de las mismas, resultará aconsejable contraer matrimonio en régimen de separación de bienes. Por el contrario, si los futuros cónyuges han acordado que uno de ellos dejará el trabajo para hacerse cargo de los hijos, en este caso, si resultará aconsejable contraer matrimonio en régimen de sociedad de gananciales.
Respecto al asesoramiento para evitar futuros conflictos, puede ser conveniente que a la hora de comprar bienes de gran valor, se refleje desde el primer momento la titularidad de los mismos. También será importante asesorarse sobre si es recomendable adquirir dicho bien antes o después de la celebración del matrimonio.
¿Por qué recibir asesoramiento de un abogado de familia durante el matrimonio?
Durante el matrimonio pueden surgir muchas situaciones que puedan requerir de asesoramiento, como por ejemplo la apertura de un negocio con participación del otro cónyuge, en la que pueden surgir dudas sobre la propiedad del negocio, participación en las ganancias, asunción de deudas, etc.
Otra situación conflictiva que se puede dar durante el matrimonio, es la de destinar cantidades de dinero obtenidas por herencia para la compra de la vivienda familiar, pues el dinero obtenido de una herencia resulta de carácter privativo. Esto significa, que si el régimen económico matrimonial es el de gananciales, la sociedad de gananciales estará en deuda con el cónyuge que haya aportado dicha cantidad.
Estos son solo dos ejemplos de situaciones que pueden darse durante la vida de un matrimonio, por ello, es importante saber que bienes son de carácter privativo y que bienes forman parte de la sociedad de gananciales.
Igualmente, es importante saber que durante el matrimonio el régimen económico matrimonial puede modificarse. Es decir, a pesar de que el régimen económico inicial de un matrimonio sea el de sociedad de gananciales, puede modificarse posteriormente y establecer un régimen de separación de bienes o viceversa.
¿Por qué contar con los servicios de un abogado matrimonialista para tramitar el divorcio?
Un divorcio provoca en los cónyuges un gran deterioro emocional, por ello, es importante contar con la compañía de un abogado de divorcios que domine la materia y sepa tratar con la otra parte para intentar que el divorcio se tramite de la forma menos conflictiva posible.
Para ello, es necesario contar con abogados especialistas y acostumbrados a negociar, pues si se consigue tramitar el divorcio de forma amistosa, será mucho más fácil entrar en ésta nueva etapa de la vida, especialmente cuando existen hijos comunes.
Por otra parte, los efectos del divorcio van a perdurar en el tiempo, por ello no puede aceptarse cualquier acuerdo, siendo necesario contar con un gran asesoramiento sobre cada uno de los acuerdos alcanzados, y alejarse de las prácticas que utilizan algunos abogados low-cost en las que se limitan a recoger acuerdos y presentarlos en el juzgado, sin explicar a sus clientes las consecuencias del mismo.
La importancia de este correcto asesoramiento se debe a que una sentencia de divorcio solo puede ser modificada en caso de que las circunstancias en que se dictó la sentencia se vean modificadas. Así por ejemplo, si en una sentencia se establece la obligación de un progenitor que cobra 1.500 € mensuales a abonar una pensión de alimentos de 350 €, este solo podrá pedir la rebaja de la pensión si su sueldo se ve disminuido o si es despedido.
Caso práctico de carácter ficticio sobre la necesidad de contar con asesoramiento de abogados de familia
Cristina G.W. y Alfonso P.E. contrajeron matrimonio en el año 2003. En el 2008 tuvieron una hija llamada Alba P.G. y tres años más tarde, un hijo llamado Iván P.G. Posteriormente, en el año 2016 la relación sentimental se vio muy deteriorada, por lo que tanto Cristina G.W. como Alfonso P.E. decidieron divorciarse.
Puesto que Cristina G.W. llevaba tres meses en paro, decidió buscar un abogado low-cost para que les tramitase el divorcio, presentando un acuerdo por el cual se otorgaba la custodia de los hijos a Cristina G.W., atribuyendo a la misma el uso y disfrute de la vivienda familiar, y estableciendo una pensión de alimentos a cargo de Alfonso P.E. de 300 € por cada uno de los hijos.
A pesar de que el acuerdo presentado al abogado había sido elaborado tanto por Cristina G.W. como por Alfonso P.E., éste último no quedó muy contento con el trato recibido por el abogado, ya que apenas se limitó a recoger su datos y el acuerdo alcanzado, sin asesorarles sobre cómo iba a ser el procedimiento, por lo que decidió buscar a otro abogado de divorcios para que le asesorase en la materia.
Este nuevo abogado le recomendó no firmar dicho acuerdo, ya que de los 1.800 € que Alfonso P.E. percibía mensualmente, en nómina solo estaban reflejados 900 €, recibiendo los otros 900 € en negro, por lo que si por cualquier motivo dejaba de percibir la cantidad que recibía sin declarar, no podría solicitar la disminución de la pensión de alimentos, pues a efectos judiciales, su salario era de 900 €, hecho que no le explicó el primer abogado.
Finalmente, el divorcio fue tramitado por el segundo abogado, acordando una pensión de alimentos de 150 € por cada uno de los hijos, con el compromiso de que Alfonso P.E. abonaría aparte los otros 300 € mensuales siempre y cuando siguiera percibiendo los 1.800 € mensuales.